Diseño de interfaces de usuario
¿Por qué elegirnos para mejorar sus proyectos?
Crear una conexión instantánea con el usuario es clave, para ello se debe brindar un entorno amigable en el que se sienta dispuesto a interactuar y que lo invite a permanecer en el tiempo.
Por ese motivo te ofrecemos el servicio de diseño de interfaces de usuario de To Grow Online; creado especialmente para dar vida a tus aplicaciones y/o a tu página web, mediante un concepto atractivo, fluido, único e intuitivo.
Nuestro trabajo no solo es a nivel visual sino funcional, ya que tomamos en cuenta el espacio disponible y lo aprovechamos al 100%. Además, te garantizamos el acompañamiento en todas las etapas que componen a esta estrategia digital.
Y si ya tienes el diseño de interfaz de tu plataforma digital también podemos optimizarlo, mediante un rediseño acoplado a las tendencias más actuales del mercado; siempre con el fin de atraer más clientes y elevar el éxito de tu negocio.
¿Qué es el UX?
El diseño de interfaces de usuario es una actividad que engloba múltiples disciplinas, tales como: utilidad, función, imagen, forma y todas aquellas que puedan asociarse a la parte externa de los diferentes sistemas.
Esta herramienta es aplicada en software, páginas web, aplicaciones, dispositivos móviles, ordenadores de escritorio, ordenadores portátiles, entre otros equipos tecnológicos. Y su objetivo principal es el de potenciar el uso de un producto para maximizar la experiencia que vive el usuario.
Es importante señalar que el diseño de interfaces se centra en la simplicidad de uso, ya que la meta es que el usuario pueda manejar el sistema sin problema alguno, de manera intuitiva y armónica.
El UX es una disciplina que enfoca el diseño desde la perspectiva de crear experiencias gratificantes, por ese motivo siempre se caracteriza por poseer estos atributos:
¿Cómo diseñar una buena interfaz de usuario?
Hay muchas formas de abordar el diseño de la interfaz de usuario, ya que primero hay que hacer una evaluación previa del proyecto. Sin embargo, para que este sea óptimo deben tomarse en cuenta las siguientes actividades:
La ingeniería de requisitos
Se trata de un listado que contenga todos los elementos que requiere un proyecto para ser funcional. Es decir, lo que debe contemplar para cumplir con el objetivo de cubrir las necesidades de los futuros consumidores.
El análisis del perfil de usuario
Este es un paso muy importante ya que se trata de un estudio meticuloso de los usuarios ideales, mediante el cual se determina qué esperan del sistema o proyecto y las tareas que creen poder realizar mediante el mismo.
Para lograrlo se aplican diferentes métodos, siendo muy común el de las entrevistas; las cuales se estructuran con preguntas claras y muy específicas, acerca de la funcionalidad requerida y el comportamiento habitual de los usuarios.
Arquitectura de la información
Se enfoca en levantar un flujo informativo sobre la forma de uso del sistema una vez que el mismo haya sido puesto en marcha. Para ello se tienden a emplear herramientas como el diagrama de flujo, por ejemplo.
Prototipado
Se concentra en la interfaz, y se trata del diseño o elaboración de un tipo de esquema o escenario de prueba en donde se busca demostrar qué tan sencillo de usar es el sistema, en base a su manejo por un usuario común.
Inspección de la usabilidad
En este caso se emplean los conocimientos de un evaluador, quien deberá hacer la inspección total de la interfaz del proyecto. Es un método que se pone en práctica desde las fases más tempranas y funciona tanto para prototipos como para diseños reales (y las partes que lo integran).
Asimismo, este proceso podría involucrar actividades como: un recorrido entero de la interfaz para determinar su simplicidad en usuarios comunes, la identificación de posibles problemas en cuanto al uso y el recorrido de un escenario de prueba por parte de personas que pudiesen resaltar algunas debilidades y fortalezas.
Pruebas de usabilidad
En ellas se hace uso de prototipos del proyecto en cuestión y se muestran a usuarios reales, quienes deben exponer sus impresiones al respecto con especial hincapié en el grado de usabilidad que detecten.
La idea es que los diseñadores capten la interacción real de los usuarios y que logren mejorar el sistema por medio de esas experiencias.
Diseño de la interfaz gráfica de usuario
En este paso se elabora el diseño final, de acuerdo a todas las correcciones que pudieron suscitarse en la aplicación de las etapas anteriormente descritas. Aquí se integra el estilo de la interfaz, su aspecto y, por supuesto, el comportamiento de la misma.
Y, en ocasiones, involucra la programación a nivel informático para la inclusión de enlaces, acciones varias y la validación de formularios.
Mantenimiento de software
Finalmente sale a relucir el mantenimiento de software, y es que la gran mayoría de los sistemas requieren de actualizaciones y adaptaciones a lo largo del tiempo, de acuerdo a las demandas que vayan surgiendo.
Cabe destacar que ante las actualizaciones del diseño de interfaz es necesario volver a ejecutar cada uno de los pasos descritos anteriormente, ya que las fases también sufren cambios.